sábado, 4 de diciembre de 2010

Carlos Arita a Francisco Morazán

Francisco Morazán

Por: Carlos Manuel Arita


Pasó como un relámpago divino
regando la simiente del ideal
y su sola presencia abrió el camino
de la unión de la América Central.

Su espada fue un ariete diamantino,
su palabra era un sol en el erial.
¡Cinco pueblos forjaron tu destino,
cinco pueblos te hicieron inmortal!

En Las Charcas te esperan tus soldados
y aún están tus jinetes denodados
abriendo brecha allá en Perulapán;

y aún admira el tiempo tus hazañas,
y a la par del perínclito Cabañas
eres el sol del istmo, Morazán.



Arita, C. M. (3 de Octubre de 1982). El Declamador Nacional. La Tribuna .



Compilación hecha por, Joel Edimar Cruz, Apreciación Literaria, UNITEC

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